lunes, 25 de noviembre de 2013

Descubriendo lugares en Costa Rica

Mono Titi "Símbolo del Parque"
Después de la visita a Quepos visitamos la reserva natural del parque de Manuel Antonio. Realmente nunca habíamos tenido una sensación tan grande de estar en contacto con la naturaleza, como en este lugar. Ver aquellos animalitos como monos, iguanas, osos perezosos, mapaches.. que algunos se dejaban hasta tocar fue increíble, y lo mejor de todo es saber que están libres y sin ningún tipo de jaulas como en el zoo. Era muy gracioso ver como los mapaches en la zona de playa se acercaban a la gente a robarles comida y bolsas cuando se despistaban.






Oso Perezoso

Al día siguiente algo curioso de recordar fue aquel compañero de running que conocí, Miguel, un simpático tipo nicaragüense que me crucé cuando estaba haciendo mi sesión de running.

Running 10km en Manuel Antonio


Después de pasar el fin de semana en Quepos y Manuel Antonio, volvimos a San José (capital de Costa Rica). Porque recibimos el aviso de que nuestra mercancía ya había llegado.

Antes de marchar de España enviamos una mercancía a Costa Rica por transporte náutico, esta mercancía será nuestra moneda de cambio aquí. Iremos por todos los lugares vendiendo en las tiendas de souvenirs para poder generar dinero y continuar con nuestro objetivo de viajar 5 meses por Centro America y EEUU, había mucho por hacer.

Pudimos retirar la mercancía después de algún papeleo e impuestos que por cierto ascendieron más de lo previsto cuando apenas nos quedaban 1.000$. Todo el resto del viaje dependerá de nuestras ventas en el país de Costa Rica.



al fondo Volcán Del Arenal



Y por fin empezamos la ruta por el mar del Pacífico, pasando antes por la Fortuna donde se encuentra el volcán del Arenal que desde que estuvo activo en 1968 hasta día de hoy emite gases y vapores de agua con algunas explosiones y en ocasiones fuertes retumbos, es considerado el volcán más activo del país.









Este lugar lo calificaría simplemente como maravilloso, pudimos visitar la catarata de la Fortuna: Una maravillosa caída de agua cristalina de más de 70m de altura envuelta por un clima y un paisaje tropical encantador.(de película)








También visitamos el río natural de agua caliente que por el magma interno del volcán hace que las rocas volcánicas se calienten y que a su vez caliente el agua del río y sean aguas termales creadas por la naturaleza.





viernes, 1 de noviembre de 2013

Emprendemos nuestro viaje, primer destino: Costa Rica

Después de unas 20h de vuelo aproximadamente, por fin llegamos a San José, la capital de Costa Rica. Ya era de noche y nada más salir del aeropuerto muchos taxistas vinieron a ofrecernos su servicio, optamos por el más económico.




Una vez subidos en el taxi preguntamos por lugares de alquiler de coche y el taxista muy convencido nos ofreció llevarnos a un lugar, un lugar dónde no sabíamos nada, el taxista nos adentró por unos caminos de tierra donde solo se veían árboles y más árboles y al fin llegamos a una casa. En ese momento pasamos miedo, no sabíamos a dónde nos estaba llevando, pero en cuanto vimos aquel garaje lleno de coches y una niña que nos atendió muy simpática nos sentimos más seguros y regateamos hasta conseguir un buen precio para ese coche que será nuestro durante un mes.


Hostal Colón



San José


Decidimos ir a un hostal donde Marcos ya había estado y empezamos el viaje durmiendo en una habitación privada en el hostal Colón por 55$ la pareja.











Al día siguiente cuando despertamos la primera impresión fue de que no sabíamos dónde estábamos, pero en seguida nos levantamos y salimos a ver la ciudad con luz del día.








Era un paisaje totalmente diferente a todo lo que estábamos acostumbrados a ver en nuestro día a día, semáforos colgados por cables, calles poco cuidadas, fachadas en mal estado, negocios dónde la apariencia es indiferente, etc.








Pero en el fondo nos dimos cuenta de que eso era lo que queríamos y que a pesar de todo tenía su encanto el ver una ciudad tan transparente y tan diferente a la nuestra.







La siguiente noche la pasamos en "Nomadas" por 24$ la pareja, un lugar donde vive una familia que alquila camas. Dónde nos atendieron Gabriel y Magdalena con sus dos niños con mucha amabilidad como si nos conocieran desde siempre. En ese momento empezamos a alquilar habitaciones compartidas pero todavía no hemos tenido la ocasión de compartirla con nadie, ya que a pesar de los 30º que hace, aquí es invierno y todavía no hay mucho turismo.




A la mañana siguiente pusimos rumbo a Orosi, un pueblecito en plena naturaleza donde disfrutamos de las aguas termales y de la tranquilidad que nos ofrecía aquel lugar, gracias a la amabilidad de la gente pudieron guiarnos hasta un puente, el cual no encontraba el GPS, desde donde a pesar de que al principio no parecía muy seguro y por lo tanto me pase todo el rato contando la gente que había en él (máx. 15 personas) y entre tanto verde vimos el encanto y la fuerza de ese río. Esa noche dormimos nuevamente solos en una habitación compartida en el hostel "Otiac" por 22$ la pareja.



Pueblo de Orosi

Volcán Irazú




Y por último visitamos el volcán Irazú, un volcán que estuvo en actividad intensa desde el 1963 al 1965 y tan solo hace 20 años hubo la ultima explosión. El cráter principal tenia un diámetro de 1050m y una profundidad de 300m, sinceramente algo precioso de ver.



Pizote




En el parking del volcán optamos por comernos un trozo de sandía que teníamos en el coche y mientras lo cortábamos apareció un pizote, le dimos un trozo y en seguida se abalanzó sobre la sandía y tuvimos que dársela.






Bajando de la visita de aquel volcán paramos en una caseta que preparaban casados, una comida muy típica costarricense que consta de arroz hervido, carne de ternera o de pollo, frijoles y fideos. Pero una vez dentro vimos un cambio total a todo aquello a lo que estábamos acostumbrados, platos sucios, latas con manchas por el borde, gatos entraban y salían de la cocina y te maullaban mientras comías... en definitiva, te quitaba el apetito de golpe y deducimos que éramos los clientes que hacia mucho tiempo no tenían.



Aquella noche fuimos dirección playa a un pueblecito llamado "Quepos" al hostel "Flor Blanca" en una habitación compartida por 24$ los dos.